viernes, 14 de octubre de 2011

La danza final de Kali

Es otro libro que trata sobre el nuevo orden mundial, un libro que recopila material de otros autores y está escrito bajo un seudónimo y hace nuevos aportes.

Según los puranas, el Manu de la actual humanidad,Vaiwasvata, funda una humanidad que se manifiesta en cuatro tiempos cíclicos llamados satya-yuga, treta-yuga, dwapara-yugay, kali-yuga. Su proporción temporal será, utilizando la base 10, 4 para satya-yuga, 3 para treta-yuga, 2 parad wapara-yuga, y 1 para kali-yuga. Esta proporción (10=4,3,2,1) se vuelve a encontrar en diversas tradiciones, por ejemplo, en la tetraktys pitagórica. El más corto de estos ciclos  (kali-yuga) será el más decadente y el más lejano del esplendor humano inaugurado por el satya-yuga. Los mismos puranas también describen con detalle el kali -yuga, y resulta sorprendente ver un perfecto retrato del mundo moderno (¡escrito hace más de 3000 años!). En efecto: nos encontramos desde hace mucho tiempo en el kali - yuga. Resulta conflictivo traducir estos tiempos cíclicos al tiempo lineal de la historia, pero basta con que el moderno tenga una idea de que, incluso el pasado más remoto que su memoria histórica registra, sería kali- yuga. No sólo eso: los datos tradicionales (extraídos directamente de las mismas fuentes) también dicen que actualmente no sólo estamos en kali- yuga, sino que estamos en un estado bastante avanzado del ciclo, incluso relativamente postrero. Esto no quiere decir que actualmente pueda esperarse una “nueva era”, tal y como hacen los modernos new-age. No: estamos en un era conflictiva y formamos parte de ella. Nuestra vida individual se desarrolla en los últimos y arrítmicos compases de un tiempo que minimiza la cualidad humana. 
Resulta obvio que esta nada cómoda concepción tradicional del tiempo y la humanidad, sea diametralmente opuesta a la postura del moderno progresista, el cual se vanagloria de la trayectoria triunfal de su evolución como individuo, como especie, y como civilización. Es comprensible que así sea: el espíritu moderno no es sino el reflejo de un mundo pequeño, corto e insignificante en la manifestación cósmica: el mundo moderno. Aún así, dicho mundo tiene su función en los ciclos humanos, y nos resulta importante conocerlo, pues además de ser el mundo en el que vivimos, es en el cual se circunscribe el Novus Ordo Seclorum. El mundo moderno. Definición y función en los ciclos cósmicos: En un momento cualquiera de kali-yu ga, se manifestó una civilización centralizada en lo que hoy es Europa (después también América), que pasó a ser llamada “Civilización Occidental”. Observemos que si se le llama “occidental”, comparte el mismo nombre que la localización espacial del ocaso.

Así es: existe una “Civilización Occidental”, frente a múltiples civilizaciones orientales. ¿Qué hace diferente a esta civilización? Pues precisamente su “occidentalidad”; es decir, que dicha civilización cierra (cerrará) el ciclo del manvantara. Es por ello por lo que esta civilización se ha desarrollado de manera atípica, anormal, anómala con respecto a otras. Dentro de sus anomalías, destacará una que jamás se vio: una civilización desarrollada de espaldas a los principios tradicionales. Hasta tal punto llegará este desdén por los principios esenciales de lo humano, que esta civilización se presentará como anti-tradicional, anti-esencial, anti-humana. Se trata del llamado mundo moderno. La civilización occidental se presenta como la pretensión de mundializar ese espíritu anti-tradicional y anti-humano. Eso es el mundo moderno: la imposición de un mundo vaciado de valor sagrado, vaciado de cualidad humana, vaciado de conocimiento verdadero, o como se llegará a decir, la imposición de un “mundo secular”. Dicho mundo moderno tendrá como función culminar el carácter “occidental” de la civilización donde está insertado. O en palabras más claras: cerrar el último ciclo de la presente humanidad

El Novus Ordo Seclorum es el plan que busca perpetuar un error: el ser humano como esclavo en el trabajo de su propio exterminio, como mercancía de un comercio fantasmal, como bestia de carga de un amo monstruoso, el Novus Ordo Seclorum: un proyecto (es decir, una obra que busca un objetivo) global (aplicable a todos los seres humanos de los cinco continentes) perpetrado por la fuerza infrahumana (es decir, por algo ajeno a lo humano).



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