Barak Obama se presentó hoy ante el mayor lobby judío el Comité de Acción Política Americano-Israelí (AIPAC, por sus siglas en inglés), Obama que hará todo para evitar que los iraníes logren construir un arma nuclear.
" No dudaré en usar la fuerza si fuera necesario para defender a Estados Unidos y sus intereses ", en otras palabras hará todo lo posible para defender y salvaguardar los intereses del pueblo judío a costa de la vida los incautos y valiente soldados estadounidenses y a pesar de que el pueblo estadouinidense no judío (ya que estos controlan las riquezas de este país ), sigan sufriendo la peor crisis económica que éstos han creado.
Antes del mensaje de Obama lo antecedió su jefe el presidente de Israel, Simon Peres, quien sostuvo que los iraníes no tendrá nunca un arma nuclear en contra de lo cual trabaja su gobierno con la Casa Blanca.
Mañana 5 de marzo Obamo deberá reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, epara abordar las amenazas de Israel de lanzar un ataque unilateral contra las instalaciones nucleares iraníes.
Sin embargo el pueblo estadounidense sólo en poco menos del 20 por ciento apoyan un ataque inmediato a Irán, a pesar de un mayor porcentaje que lo considera necesario si Teherán desarrolla un arma nuclear.
Por lo cuál de darse un ataque debido a la presión judía, a lo mejor antes tienen que crear un atentado de falsa bandera para justificar el ataque y el pueblo estadounidense ingenuo ante las maniobras de sus gobernantes se sumen y den su total apoyo a una nueva guerra.
Mientras que el pueblo israelí en una encuesta realizada a 500 israelíes el mes pasado por Shibley Telhami de la Universidad de Maryland encontró que sólo el 19 por ciento a favor de un ataque contra la voluntad de Washington.
Mientras el 42 por ciento apoyaría un ataque con el apoyo de Washington aunque el 34 sólo por ciento se opone a una acción, independientemente del apoyo estadounidense.
En la actualidad, Washington y Tel-Aviv difieren sobre qué hacer acerca del programa nuclear de Irán para utilizar la energía con fines pacíficos
Según el diario The New York Times Irán ha eclipsado por completo el tema palestino pero la opinión sobre la amenaza iraní, incluso entre los miembros del más influyente grupo pro-Israel en el país, sigue dividida.
Sin embargo Obama ha intentado y debido a la campaña electoral dar la impresión de ser más conciliador y señaló que aún están a tiempo de evitar una guerra con Irán, pero aseguró que está dispuesto a hacerla si el régimen islámico mantiene el propósito de fabricar armas nucleares, también defendió la necesidad de agotar la vía de la diplomacia antes de emprender acciones militares, y advirtió que, tanto su gobierno como el de Israel, tienen la responsabilidad de consumir la oportunidad que aún queda de que Irán “tome la decisión correcta”.
“Todos preferimos resolver este asunto diplomáticamente”, afirmó. “Dicho eso”, añadió, “los líderes de Irán no deben de tener ninguna duda sobre la resolución de EE UU, así como no deben de tener ninguna duda sobre el derecho soberano de Israel a tomar sus propias decisiones respecto a sus necesidades en materia de seguridad”.
Pero el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que este lunes se reunirá con Obama en la Casa Blanca, no comparte el cálculo de Obama sobre el margen de tiempo del que se dispone para frenar la nuclearización de Irán, y ha dejado claro su deseo de bombardear las instalaciones iraníes cuanto antes, en los próximos meses.
El objetivo de Netanyahu mañana será la de convencer a Obama de esa urgencia y obtener luz verde de la Casa Blanca para una acción militar en solitario o de forma conjunta. Sin embargo Obama no está dispuesto aún a iniciar una guerra que podría afectarlo en la campaña electoral. Lo máximo que Obama parece dispuesto a conceder es la garantía de que estará al lado de Israel si decide atacar y de que utilizará los recursos militares de EE UU una vez que llegue a la conclusión de que todos los esfuerzos diplomáticos están agotados.
Obama aseguró que, como comandante en jefe, siente “una clara preferencia por la paz sobre la guerra”. Pero, citando a Teddy Roosevelt, resumió su política hacia Irán en una frase: “Hablemos suavemente y llevemos un gran palo”.
" No dudaré en usar la fuerza si fuera necesario para defender a Estados Unidos y sus intereses ", en otras palabras hará todo lo posible para defender y salvaguardar los intereses del pueblo judío a costa de la vida los incautos y valiente soldados estadounidenses y a pesar de que el pueblo estadouinidense no judío (ya que estos controlan las riquezas de este país ), sigan sufriendo la peor crisis económica que éstos han creado.
Antes del mensaje de Obama lo antecedió su jefe el presidente de Israel, Simon Peres, quien sostuvo que los iraníes no tendrá nunca un arma nuclear en contra de lo cual trabaja su gobierno con la Casa Blanca.
Mañana 5 de marzo Obamo deberá reunirse con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, epara abordar las amenazas de Israel de lanzar un ataque unilateral contra las instalaciones nucleares iraníes.
Sin embargo el pueblo estadounidense sólo en poco menos del 20 por ciento apoyan un ataque inmediato a Irán, a pesar de un mayor porcentaje que lo considera necesario si Teherán desarrolla un arma nuclear.
Por lo cuál de darse un ataque debido a la presión judía, a lo mejor antes tienen que crear un atentado de falsa bandera para justificar el ataque y el pueblo estadounidense ingenuo ante las maniobras de sus gobernantes se sumen y den su total apoyo a una nueva guerra.
Mientras que el pueblo israelí en una encuesta realizada a 500 israelíes el mes pasado por Shibley Telhami de la Universidad de Maryland encontró que sólo el 19 por ciento a favor de un ataque contra la voluntad de Washington.
Mientras el 42 por ciento apoyaría un ataque con el apoyo de Washington aunque el 34 sólo por ciento se opone a una acción, independientemente del apoyo estadounidense.
En la actualidad, Washington y Tel-Aviv difieren sobre qué hacer acerca del programa nuclear de Irán para utilizar la energía con fines pacíficos
Según el diario The New York Times Irán ha eclipsado por completo el tema palestino pero la opinión sobre la amenaza iraní, incluso entre los miembros del más influyente grupo pro-Israel en el país, sigue dividida.
Sin embargo Obama ha intentado y debido a la campaña electoral dar la impresión de ser más conciliador y señaló que aún están a tiempo de evitar una guerra con Irán, pero aseguró que está dispuesto a hacerla si el régimen islámico mantiene el propósito de fabricar armas nucleares, también defendió la necesidad de agotar la vía de la diplomacia antes de emprender acciones militares, y advirtió que, tanto su gobierno como el de Israel, tienen la responsabilidad de consumir la oportunidad que aún queda de que Irán “tome la decisión correcta”.
“Todos preferimos resolver este asunto diplomáticamente”, afirmó. “Dicho eso”, añadió, “los líderes de Irán no deben de tener ninguna duda sobre la resolución de EE UU, así como no deben de tener ninguna duda sobre el derecho soberano de Israel a tomar sus propias decisiones respecto a sus necesidades en materia de seguridad”.
Pero el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que este lunes se reunirá con Obama en la Casa Blanca, no comparte el cálculo de Obama sobre el margen de tiempo del que se dispone para frenar la nuclearización de Irán, y ha dejado claro su deseo de bombardear las instalaciones iraníes cuanto antes, en los próximos meses.
El objetivo de Netanyahu mañana será la de convencer a Obama de esa urgencia y obtener luz verde de la Casa Blanca para una acción militar en solitario o de forma conjunta. Sin embargo Obama no está dispuesto aún a iniciar una guerra que podría afectarlo en la campaña electoral. Lo máximo que Obama parece dispuesto a conceder es la garantía de que estará al lado de Israel si decide atacar y de que utilizará los recursos militares de EE UU una vez que llegue a la conclusión de que todos los esfuerzos diplomáticos están agotados.
Obama aseguró que, como comandante en jefe, siente “una clara preferencia por la paz sobre la guerra”. Pero, citando a Teddy Roosevelt, resumió su política hacia Irán en una frase: “Hablemos suavemente y llevemos un gran palo”.
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